Mercado de Abastos en Plaza Felipe II, 1, Madrigalejo, Extremadura 10110

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• Jonatan Carranza

  11.05.2018
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  La idea del mercado de Abastos de Madrigalejo se gesta a finales de la década de los 40, ante las necesidades de una población que ronda los 5.000 habitantes y cuya posibilidad de comprar mayor variedad de alimentos se centra en el mercado al aire libre que tiene lugar en la plaza de España con la venta de carnes y verduras sin que exista control sanitario alguno.
  
  Estamos en un momento en el que la población se empieza a recuperar de los desastres de la guerra civil con el deseo de mejorar e impulsar las condiciones en la que se desarrolla la vida cotidiana. Uno de estos aspectos es la revisión del trazado urbano con el “proyecto de ensanche” que dará lugar a la calle Encobradero y el “proyecto de reforma interior” que configurará la plaza de Felipe II (o” plaza de la farola”) con la radiación de calles que de ella parten. Para el futuro mercado, el ayuntamiento adquiere un solar privilegiado en el mismo núcleo de esta nueva plaza.
  
  El Proyecto de mercado se encarga a principio de los 50 al arquitecto madrileño Luis Cervera Vera, toda una celebridad que desarrolló una brillante carrera,compaginando su labor de arquitecto especializado en restauración con una intensa labor de investigación que lograría colocarlo a la cabeza de los especialistas en la historia de la arquitectura española. Llega a ser académico numerario de la Real Academia de las Artes de San Fernando y miembro de la “HispanicSociety” de Nueva York, entre otros.
  
  Para afrontar los costes de la construcción del mercado, el ayuntamiento complementará la aportación municipal con las subvenciones estatales dirigidas a la ayuda de regiones devastadas por la guerra. Trámites, permisos y autorizaciones que dilatarán su construcción hasta finales de los 50.
  
  En octubre de 1959 se dan por concluidas las obras del Mercado de Abastos. El nuevo edificio cuenta con dos naves con planta en forma de “V” en cuyo vértice se levanta una torre que constituye la entrada principal con frente a la plaza de Felipe II. En la parte posterior, el edificio abraza el patio interior con un pozo en su centro y dos lados techados a modo de portales. Como resultado se logran 26 puestos de 2m de anchura distribuidos en el interior de un espacio que se torna diáfano por su altura y luminosidad. En el exterior se suman 10 puestos más bajo los portales.
  
  En 1984 se realizan las obras de modernización del mercado que darán lugar a la remodelación de las naves que ha llegado hasta nuestros días. El interior de las naves alberga ahora una secuencia de casilleros con tejadillos a dos aguas y cierres metálicos que los independizan totalmente del espacio común imprimiéndoles un carácter hermético. Esta nueva configuración da lugar a 16 puestos.
  
  En 1993 se interviene en el espacio del patio interior. Los puestos de los portales que se encuentran en desuso desaparecen. Los portales del lado oeste son demolidos para construir en su lugar una nave destinada a almacén. El resto de los portales, en el lado norte, sirven para albergar la construcción de dos cámaras frigoríficas.
  
  En 2013 se acomete una reforma integral edificio para adaptarlo a las nuevas necesidades y normativas. Se realiza mediante un taller de empleo bajo el diseño y dirección de Jonatan Carranza Sojo.

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